…en busca de algo que lleva en si la infancia, esa inocencia anterior a todo juicio en la que es posible el gozo. Chantal Milliard.
El mundo, la realidad, la vida se hacen cada vez más complejos. La sencillez desaparece. Se asume la vida no con candidez, no con inocencia, no se asume con mirada interesada, con mirada problematizada, con mirada desesperanzada, con mirada temerosa: tememos por lo venir…como si hubiese sido vano todo el esfuerzo de interpretación, de estudio, de vivisección que el hombre emprendió desde el momento en que comenzó a buscar respuesta a lo atemorizante…no, para el adulto nunca el mundo ha sido sencillo. El mundo deja de ser sencillo en el instante que dejamos de ser niños. En el tiempo en que lasimágenes de la infancia nos abandonan…no así para el niño, el niño siempre verá el mundo como en realidad es: sencillo y cambiante, ilógico e interesante. El mundo de los niños está construido de ensoñaciones, sobre la base de sus ensoñaciones la realidad siempre, siempre será una realidad viva, presente como la infancia misma…por eso hay que dejarles en su libertad creativa, en su soledad creativa. Hay que dejarles que recreen a su manera el mundo, la realidad siempre problematizada para el adulto, siempre interesante, sencilla, absurda, subreal y poética para el niño.
En el arte, en la pintura, allí, en ese ámbito los niños dan rienda suelta a su creatividad. Allí, frente al lienzo, ante el papel o el cartón concentrados, ensimismados, radicalmente libres, recrean la realidad, inventan mundos y los llenan de imágenes de colores y de pronto una vaca vuela y el caballo es un caleidoscopio de colores y la luna se posa suavemente en el fondo del lago y el sol se disloca y trastoca sus salidas y sus puestas y los peces pasean alegremente por los bulevares, ricamente trajeados y las proporciones son desproporciones. Así las imágenes de la infancia, las imágenes creadas en libertad, las que un niño crea son para nosotros manifestaciones de la infancia permanente, de ensoñaciones poéticas.
Pues bien, esa libertad y esas expresiones espirituales, poéticas son las que se propician en la CASA DE LA CULTURA RAMON VASQUEZ BRITO, en el TALLER DE PINTURA INFANTIL, QUE DIRIGE LA Profesora Norma Da Silva y esta muestra que hoy inauguramos es una buena muestra de todo lo que hemos dicho y escrito en esta nota que en el fondo es una nota de agradecimiento, porque estas actividades nos hacen mas llevadera la vida, nos devuelve a la infancia y nos hacen soñar de nuevo…
Por eso siempre estaremos agradecidos a esta casa de Cultura por propiciar actividades y eventos como estos que hacen mas grandes, espiritualmente hablando, a los pueblos..
José Augusto Rodríguez Méndez.